Derribar Castillos

Se divide la clase en dos equipos y se disponen unos cinco o seis ladrillos (la cantidad puede ser variable) separados en la línea de ataque de cada uno de los campos de voleibol. Cada equipo posee unos cinco o seis balones y deben intentar derribar los «castillos» (ladrillos) del campo contrario. El primer equipo que lo consiga gana un punto.
No se puede defender poniéndose delante del «castillo» (ladrillo).
Hay que tirar siempre sin pasarse de la línea de saque del campo de voleibol (si viéramos que queda muy lejos, podemos marcar otro límite de tiro).
Los balones que quedan entre la línea de tiro y la mitad de la pista, pertenecerán al equipo del campo correspondiente donde quedan situados dichos balones. Lógicamente, los balones que se van por detrás de la línea de tiro también pertenecen al equipo que se encuentra situado en ese campo.